jueves, 16 de julio de 2009

Un tipo común

¿Te votaste? ¿Me votaste? Te felicito porque yo soy como vos, un tipo común: Yo me levanto temprano por las mañanas pero siempre engancho el tren lleno, con gente malhumorada y olores sin dueño y quejas sin respuestas. Y me subo al tren y viajo apretado porque soy un tipo común.


Mientras, voy escuchando las noticias, los periodistas hablan de la gripe porcina, pero no me preocupo porque como soy un tipo común se que si me enfermo a falta de la obra social que no tengo el hospital publico me a atender de maravilla con sus camas siempre disponibles, sus pasillos limpios y sus médicos bien pagos listos para darte el mejor tratamiento.


Así es que llego tarde al trabajo y pierdo la asistencia perfecta porque no tengo plata para arreglar el 147, pero todo bien porque soy un tipo común.


A la tarde tengo ganas de comer un pedazo de torta de chocolate y tomarme un capuchino y fumarme unos cigarrillos. Pero no tengo plata y me conformo con un café corto y le mangueo un cigarrillo a un señor que pasa, porque soy un tipo común.


A la noche llego a casa cansado pero feliz porque soy un tipo común. Y llego tarde porque había problemas en el cruce Maldonado y el tren demoró una hora más.


En la mesa esta el plato de la cena, un vaso y el tetrabrik de vino tinto. Pobre mi esposa, seguro se fue a dormir porque ella es una tipa común y debe estar cansada.


Mientras ceno prendo la tele y veo a Tinelli y me deleito con su humor repetitivo y la burla constante que hacen de todos los tipos comunes y el baile entre los chicos de 9 años, que parece re erótico, pero esta cuidado, porque al fin y al cabo Tinelli es como yo.


Dejo el plato en la pileta y me voy a mi habitación.


Y encuentro mi cama extraña: oh, mi mujer esta con otro teniendo relaciones… Pero todo bien, porque los tres somos gente común!


lunes, 13 de julio de 2009

Una palabra


Ya no leo “españolizantes” traducciones. Ya no leo. Prefiero vivir… y sinceramente que mala elección he hecho.


Ya no estoy resguardado por la luz del velador y las páginas de un libro.


¿Se nota mi miedo?

Siempre lo supe. El primer día disfruté la intemperie, me gustaba dejarme llevar por la ola: iba con la gente a recitales, bares, muestras y todo tipo de eventos sociales. Aprendí a ser uno más y eso me arruinó. Quise ser normal, quise ser como los otros y eso mató al gorrión encerrado en mi alma.


Debí permanecer en mi celda de libros y nicotina.


Perdido ese refugio fabriqué otros; me oculté detrás de un par de gafas y un bigote: estos solo fueron obstáculos que interpuse al cariño que pude haber recibido.


¿Qué ha sido de mi?


Sólo soy un simio en la cima de una tercera Xanadú, literaria esta vez, y más real que sus antecesoras. Y por supuesto, sin amor, como ellas.


Alguien dijo sobre mi una vez: “modelar era su afición, pero sólo quería un par de bellas piernas que hicieran menos angustiante su soledad”
Nunca creí en mis pensamientos ¿cómo voy a creer en los de otro?


Mi riqueza es mi ruina: estoy lleno de recuerdos que moran en mi como okupas, agriando mi vida cada día un poco más.


Afuera siguen las luces y los colores. Pero aquí, aquí no hay licor que endulce mi corazón y embote mis sentidos.


Este capullo de rosa ya marchito perece bajo una sombra extraña y detestable; perece bajo lo que tanto odió en sus comienzos, cuando el sol ardía en su pecho y el mundo se dejaba escribir.
Este capullo de rosa cree en las palabras y concuerda con Orson Welles: hay en la vida de un hombre una palabra que lo explica todo, una palabra que impacta en él en los días cruciales y que rastrea por doquier a lo largo de su vida… una palabra que nunca escuché… la única que merece la tapa de un diario…
www.blogs.clarin/beodos

miércoles, 11 de febrero de 2009

Telo Telo Telo


Solía ser habitué de esos recintos pero hacía tiempo que no los visitaba. Entre mi ascetismo y la reclusión forzada a la que me tenían sometido los tíos de la mafia franco-alemana, no era mucho lo que podía hacer por aquellos días.

Pero la soledad pudo más y como embriagarme podía nublar mis sentidos decidí volver a telefonear a aquella promotora tan bonita. Sus pantalones ceñidos a la cintura siempre eran una linda imagen parar las noches de invierno… y las de verano también.

Me pidió que la pasara a buscar por su casa en San Telmo.

Muy mala idea.

Ninguno de nosotros tenía ganas de caminar y terminamos en el hotel -TELO como le dicen aquí, más próximo: Curucaiba´s Pleasure.
Pronto comprendí que no solo el nombre era ochentoso…. Las instalaciones también.

Al entrar a la habitación mi chica notó dos cosas: el feo color de las paredes. Ella pensó que era pintura amarilla pero yo le advertí que no se confiara… solo era dejadez.

Lo segundo, y más llamativo fue un artefacto que había en un rincón. Una silla con múltiples brazos y almohadillas adosadas.

En mi vida había visto algo así…

Ella tampoco…

Y eso que es promotora…

Me miró consternada… Entendí su mirada…. La silla araña llamémosle, le daba a la habitación un look como de sala de operaciones… o de un lugar donde se practican abortos.

Stephanie me miraba con miedo. Me la imaginé preguntándome: ¿Me vas a dar con una motosierra sobre ella?

Me acerqué y le atornillé un beso francés. Aquella mala habitación no iba a arruinar mi noche con esa beldad, necesitaba relajarme.

Pero lo próximo que vi siguió continuó con la serie de sucesos desastrosos. La cama estaba desecha.

Además era un vejestorio de madera cuarteada con espejos astillados en el respaldar.

Agggggggh! Un asco.

Enloquecido tomé el intercomunicador y espere a que me atendieran mientras echaba un vistazo a un diminuto aviso del costado. Se ofrecía un servicio de habitación al que se le podía pedir varias cosas: Bebidas, juguetes, condones…

La risa me ganó… y me olvide de la silla “araña”, la cama rota y desecha y el color vomito de las paredes.

-Hola tío… me mandas un vibrador y alguna otra cosita divertida a mi habitación… si… la 14

…Ah… y unos sándwiches…. Mi chica ha tenido una idea medio extravagante…

…SI…seguro… todo con cuidado…

…dime chaval… caramelos lipo tienes? Si… los redondos que parecen una bolita… esos mismos…

-Que te ocurre? Ya deja de jugar con eso… este lugar me da miedo y tu divirtiéndote.- sollozo Stephanie-

(el sexo por el momento no me importaba, había encontrado algo mejor, jaja)

-…si… y agrégale a eso dos Playmovil… uno rojo y otro azul… si puede ser uno de bombero…

-Ya basta!-grito ella… gritar ahí…-

-…y la PLAYBOY 27 –dije bien alto- en la que salió Pamela David… porque con esta me muero de hambre y si no me motivo…

…Gracias… has sido muy amable señor recepcionista… de hecho… no quiere venirse usted también?... ya que fue tan paciente con nosotros…

Y así terminó mi noche de regreso a los TELOS. Aunque por un tiempo va a ser la única.

Al salir le dije al encargado que aquello era una letrina, lo más deplorable que había visto en años:

-Un cogedero de viejos… ideal para venirse aquí después de ver una de Woody Allen y tomarse un Martini con tu amante teñida y celulítica… yo que ustedes reformaría todo el edificio y lo utilizaría como un geriátrico…

… Ah, pero ni modo vendan la silla “araña”… seguro que algún uso medico le pueden encontrar en el geriátrico…

lunes, 9 de febrero de 2009

Shedona Hushyis (2)

Toda la perorata de Pablo Honey era un tejido de fino hilar que yo no alcanzaba a ver y que sus explicaciones no hacían más que enturbiar o acomplejar su entendimiento.

-Pero, tío porque me cuentas todo esto? Que tiene que ver TU historia con Shedona y con la mafia.

-Fácil es verlo solo que de tan simple se oculta a los ojos…

Acostumbrado a hablar con gente de la noche, poetas y drugdealers, no podía comprender el secreto lenguaje que manejaba Pablo Honey, sus expresiones tan barrocas solo conducían a una charla unidireccional y bizantina.

Como el incesante goteo de una canilla, su discurso lentamente trabajo sobre mi mente hasta que erosionó mis trabas mentales y pude entender el quid de la cuestión.

Shedona era una mujer bella e inteligente –pero no tan inteligente como Pablo Honey había presupuesto- y eso atraía a cualquier ser humano: niño, anciano, joven, mujer. Ese poder y su necesidad de probarlo todo la había conducido por caminos que otros nunca hubieran atravesado o a los que les costaría muchos más que veinticuatro años para llegar.

Es así que Shedona estuvo con un assadin de 40 años con el que experimento más de lo mismo: aunque para los ojos ciegos de ella era otra experiencia y otro saber. Como siempre de esa experiencia no aprendió nada puesto que de ese encuentro quedó prendada a los intereses del espurio grupo que el assadin manejaba. Un grupo vinculado con la trata de blanca pero también con el ocultismo.

Encuentros secretos celebrados en castillos antiguos de la zona de Montmartre, pero también en regiones más australes… La propagación de un poder que solo tenía a la droga, fundamentalmente el Mezcal o la yerba de diablo, como conductores de experiencias proveedoras de poder.

Pablo Honey habló de orgías y de invocaciones. Yo solo paré mis oídos en las orgías… no creía en las invocaciones…

domingo, 8 de febrero de 2009

Shedona Hushyis o donde Pablo Honey revela que los niños buenos siempre ríen al final


Ella estaba encantada con él. Pero ambos, sobre todo Pablo Honey, siempre dado a sus pensamientos taciturnos y existencialistas, sabían que eso iba a durar poco; más aún: él sabía que los encuentros se prolongarían por poco tiempo y que el desenlace sería confuso y estúpido, es decir, humano. Por eso, me contó, decidió ficcionalizar su realidad, y adornar aquellos lugares de su existencia que hasta entonces permanecían grises.


Así que empleo todas sus armas en ser otro. Se compró un historial de conquistas sexuales y hasta invento novias y romances que nunca había tenido. Y cuando eso no fue suficiente enfermó a su padre y le arrojó en un hospital. Y cuando eso no fue suficiente fingió estar confundido, arrepentido y dolido.


Y finalmente desistió del intento pues se dio cuenta que la maldad ya no habitaba más en su corazón. Pero matar una vaca para comerla sigue siendo sangriento por más que el objetivo sea darle de comer a sus hijos.
Pero Pablo Honey ahora ríe. Ríe porque sabe que aprendió mucho de Shedona Hushyis, pero no así ella de él. Ella, la tramposa, fue engañada. Y herida mortalmente. Y en esa herida Pablo Honey vio su defecto más grande: su orgullo, la amatista que no se deja tocar y que arde con pasión. La misma pasión se ira devorando su humanidad. La misma pasión que un día la pondrá en un lugar del que ya no podrá salir jamás. La misma pasión que ya la puso en un lugar del que no sale: la repetitiva rutina de fotocopiadora que ejecuta una y otra vez al encarar un nuevo encuentro, como si ese fuese diferente a los demás, pero se olvida que hay algo que siempre se repite. Siempre es ella y su insaciable apetito, que bien sabe nunca se saciará, y siempre es otra persona presta a ser descubierta, que bien sabe nunca descubrirá.


Lesbianas, Carroñeros, Alfiles, Criminales, Estafadores, Cafishos, Colones… toda la gente que conoció Pablo Honey con ella, que tan solo le enseñó una cosa: La hipocresía es bien real, tan real que puedes llegar a creer que has encontrado un lugar entre ellos. Que has abrazado amistad y fraternidad cuando solo has encontrado sometimiento a la reina del círculo polar.


Pablo Honey me enseñó. A Pablo Honey le gusta enseñar, no cambiar. Aborrece cambiar. No así mutar. El mutar, según él, es una clase más sutil y refinada de cambio en donde la persona no pierde su esencia y aprende de la situación para volverse mejor… o peor.


Pablo Honey dice que ha mutado diversas veces y que eso le agrada y le parece lo mejor de él. Porque eso le permite enseñar a los demás; demostrarles sus errores y que ellos mismos decidan optar o no por una mutación. Pero es importante que la mutación siempre los tenga a ellos mismos como base y no a Pablo Honey o a otra persona.


-Nadie debería cambiar por una persona, sino por uno mismo.


Con todo dice que hay una sola cosa que lo entristece o lo llena de pena. Que Shedona Hushyis no aprendió nada. Que devorada por su orgullo pretende que es perfecta y que sus errores son bellos por ser naturales y no deben ser modificados.


Pablo Honey dice que en el fondo Shedona Hushyis es muy insegura y que pudiendo descansar en el calmo lecho de un río elije arrojarse una y otra vez a la violenta corriente tan solo porque no ha aprendido a ver. Sus ojos perdieron la visión hace rato… posiblemente cuando dejó la infancia, momento en el que el ser humano comienza su lento camino hacia la estupidez y la cobardía.


Le pregunte si no se sentía mal por haber tejido toda esa farsa.


-No, la disfrute y en ningún momento me sentí culpable, porque quien roba a otro lado tiene cien años de perdón. Por otro lado mi acercamiento a Shedona Hushyis siempre tuvo el fin último de que ella volviera a ver y por lo menos aprendiera para otra ocasión. Transitar el mal camino nos hace aprender.


-y ella…?


-No aprendió… Y lo peor de todo es que odiando la rutina, lo que hace con su accionar es tejerse una rutina contra el aburrimiento de la que no escapa.


-Pero… donde esta ahora? Q hace???


-…. –lo vi levemente triste, como asumiendo una derrota que no le correspondía-


-Se murió…


-Se murió? Digo… esta enterrada y todo eso…?


-Simplemente se murió Shedona ya no existe más…

viernes, 6 de febrero de 2009

Sin...

Me quedé sin disckman

Me quedé sin Merca

Me quedé sin mi paz


Conflictuado y aburrido ya no concurrí más al gimnasio. La rutina de maquinas con sus nombres en jeroglíficos, los acechantes ojos de los onanistas megalómanos y las deprimentes directivas de Febien asfixiaron mi ego.

La última vez que concurrí la prensa militar se quebró y me dañé un tendón. A unos cuantos pasos Fido contenía una risa y no pude evitar pensar en un desperfecto provocado a propósito.

Ayer lo vi a Pablo Honey. Más taciturno que nunca intercambio pocas palabras conmigo y me aconsejo que volviera a viajar. Le dije que eso ya era imposible:

-La señora que limpia por la tarde me mira de reojo, el boletero del subte enfatiza sus gestos al entregarme el boleto, Tito el almacenero me da vuelto de más…

-y entonces…-dijo Pablo Honey como en una exhalación meditabunda

-… vos lo sabias?

Asintió

-Lo de la mafia? Si… acordate de Shedona Hushyis…

Verdad! En alguna de nuestras salidas en el tiempo de M.D.D. ( mientras duro el disckman), el me había contado algo de una tal Shedona Husyis, pero yo no recordaba exactamente que de importante debía de tener esa chica para mi.

-Ella tenía muchos contactos. Y estaba al tanto de la mafia de los…. mejor no nombrarlos… pero es la misma que te sigue a vos…

-Seguro? –pregunte aterido de miedo

-Veamos… últimamente viste algún animal muerto cerca de tu casa o perdiste algún animal...?

Un flujo de saliva espeso y lento atravesó mi garganta mientras mi cabeza se inclinaba dos veces para aseverar los dichos de Pablo Honey…


jueves, 5 de febrero de 2009

Adeus à alegría

Las llamadas no cesan

La angustia tampoco

Merca y Frula a mi alrededor, acercándose con su animal inocencia… pero solo logrando confundirme más y alejarme de la paz interior que tiempo atrás poseí.

Nada calma mi angustia espiritual y el miedo aborda mi cuerpo.

“Si./las heridas son/el mejor manuscrito”*

¿A dónde ir en esta hora de cielos grises y crayones de estiércol?

Mi vida se desvanece en un anticuario podrido de turistas y mi lengua se acicala bajo un manual de estilo en oferta.

Pierdo fuerza y sentido de todo lo que he sido, soy o podría haber llegado a ser.

La mafia sigue allí afuera reclamando algo que no recuerdo haber dicho.

Todo parece indicar que el escarmiento llegará y en su peor forma. Y luego de haber minado mi conciencia y mi vitalidad ¿Cómo responderé a semejante ataque?

Flojas y escasas son las fuerzas que yacen en mi. Pero las pondré todas a disposición de mi más sincero sueño…

Me iré a dormir esperando que mañana, mágicamente, todo esto deje de existir y mis palabras carezcan de sentido… y que ninguna mafia de franco-anglosajones esté tras una de mis tantas farsas…



*Gironsiglos, Lahitte Ana Emilia, editorial Calíope, Córdoba, 2005.

miércoles, 4 de febrero de 2009

En donde el narrador cuenta como Faits divers hicieron que su vida cambiara de rumbo



La paz habita en mi; ser su morada me produce regocijo y alegra a mis allegados pero algo desde hace días algo se agita en mi y turba mis pensamientos.


La eternidad se desvanece de mis manos y comienzo a sentir los peligros de la sinceridad y la meditación.


Me he topado con gente orgullosa, necia y desalmada y pretendiendo compartir momentos de algarabía solo he logrado introducirme en una senda peligrosa y claustrofóbica.


El modo en que llevé adelante mis averiguaciones en el bar Les prostituées ne sont pas ici ha tenido efectos secundarios, y nunca deseados, que prometen acortar mi existencia.


Y es ahí donde dejo de ser morada de la paz y solo el miedo promete henchirme.


Pablo Honey ha desaparecido. Al regreso de mi viaje espiritual tuvimos un fugaz encuentro y solo platicamos unas pocas palabras. A modo de profecía me advirtió de confiar ciegamente en los demás y dijo que no nos íbamos a ver por un tiempo.


-Tengo que estudiar- me espetó con el ánimo cansino y sus anteojos de San Telmo


¿Me habrá mentido?


Mis únicas compañías son mis mascotas: Merca y Frula.


Pero de nada me sirven. Merca, un caniche toy, se la pasa todo el día recostado y solo se me acerca cuando tiene hambre. Ayer se puso muy alterado cuando recibí la llamada…


En tanto que Frula se refriega todo el día contra mis piernas… o contra cualquier cosa dura que encuentre por ahí…


La llamada…


Estaba meditando apaciblemente… teniendo una charla nirvanesca con Buda cuando el ring-ring de mi anticuado teléfono rajó con su alarido mi apacible OM de río manso del amazonas.


La quietud y la paz aún se guarecían en mi y mi mente en blanco, mi no ser, nada malo auguraban en ese mundo tan lindo pletórico de alegría y almidonado.


Del otro lado del teléfono una voz diáfana y oscura espetó: où est-elle, la drogue que tu as promise ?


Reconocí el francés pero obviamente no su significado, aunque la palabra drogue me resultaba extrañamente familiar…


A continuación la vos se puso más agresiva y comenzó a gritar con vehemencia. Merca y Frula parecieron sentir las malas vibraciones y corrían alocadamente por la habitación persiguiéndose y perturbando a los vecinos con sus ladridos y maullidos.

**************Merca en su mejor epoca**************

martes, 3 de febrero de 2009

Les prostituées ne sont pas ici


Ya os he dicho que no entiendo ni jota del francés ni del alemán, de modo que me molestaba sobremanera cuando mi chica se reía al entrar al bar Les prostituées ne sont pas ici. Nunca quiso decirme cuál era el motivo de su jaleo pero yo siempre supuse que un sentido oculto se hallaba detrás de ese mejunje que es el francés y su pacatería de circo.

Puesto que iniciando mí viaje espiritual no solo me distancie de mis pagos sino también de ella, me he quedado con la duda. Por eso, ayer por la noche me dirigí al antro de Cabrera 4393 dispuesto a saciar mi sed de saber. Solo la de saber…

Es cierto que bebí… ya sé que no debería hacerlo puesto que ahora soy un asceta pero fue solo como táctica para ganar la confianza del mozo. De modo que esta vez me contuve de saborear ese rico apple absinta, solo bebí un par de Long Island Iced Tea.

-Y dime tío, ¿de que la va el nombre de este antro?

-Por noche atiendo 200 personas, sirvo tragos, y cambio… cosas de diversa índole con los clientes y las chicas… pero sos el primer zanguango al que se le ocurre preguntar eso! NO podes venir a tomar, bailar y divertirte como los demás? Que carajo importa el nombre que tiene! Además ni lo sé.

Om

Om

Om

Ganas de reventarle todo lo que se llama cara a ese tío no me faltaban, pero como estaba decidido a conocer el trasfondo de todo eso, recite mi mantra y encaré a otro mozo.

Primero me miro como si fuera afeminado, luego, cruzándose de brazos, por sobre su pecho inflado gracias a grandes dosis de PAPAS me dijo que desconocía el origen del nombre del bar…

-Yo no sé de esas cosas (por el acento parecía un indio analfabeto –mis respetos a la comunidad Wichi: sayonara… o whatever…-)

Desorientado y triste tuve ganas de machacarme con dos buenos vasos puros de Absinta, pero por suerte vislumbre a un anciano trajeado, sentado en el piso superior. La presencia senil en ese antro solo podía indicar dos cosas: o era un viejo verde esperando a su “golosina” o era el dueño…

A pocos pasos del anciano dos moles de músculos, grandes consumidores de PAPA también, me cerraron el paso. El abuelo me observo y con un gesto de su mirada supo apartarlos y marcar el camino de este humilde servidor.

No repetiré la cháchara ya antes citada. Lo cierto es que en un rapto de astucia decidí platicarle de temas de diversa índole, dándole a entender que era un empresario. Al final de la conversación me quedé con la sensación de que Monsieur Etienne me creyó un traficante de blanca…

De verdad que no recuerdo bien… puesto que olvidándome de mi calidad de asceta bebí sin control, llevando adelante una charla desinteresada y teatral en donde dije cualquier cosa.

Pero lo bueno es que llegué al punto deseado y lo que recuerdo de eso es lo siguiente:

- Oui… je… compré este bar un 1930 pero no fui Je quien le dio ese nom…
Un poco en francés y otro poco en un muy mal español pasó a contarme que el dueño original fue su tío y que este recinto llevaba por nombre algo así como De Tout.

La calle Cabrera de ese entonces estaba colmada de bares, fondas y pulperías de todo tipo cuyos escaparates ostentaban diferentes mercancías… Pero la más común eran las rameras. Dato que al señor Yves Oudalle, tal era el nombre de su tío, desconocía…

Y así sucedió que día tras día tanto las inspecciones legales como ilegales de policías le cerraban el local y no le dejaban trabajar aduciendo que allí se celebraban infernales bacanales… ménage à trois y muchas otras cosas…

Lo cierto es que en los demás bares de la calle Cabrera se practicaban las mismas… y hasta peores cosas (yum yum) (recuérdalo eres un asceta… OM OM OM)

Pero el problema es que los policías querían que Yves, al igual que todos los demás mesoneros, pagara el “impuesto”. Y él, además… pobre… sufría de lo mismo que su sobrino: no entendía ni jota el español.

Pero la policía continuó importunando al viejo francés.

Una y otra vez

La madre de divertido debe haber sido eso

Y el bar permanecía inhabilitado

JAJA

Hasta que un día, Etienne fue testigo ocular de aquel acto en que el bar obtuvo su nombre…

De alguna forma le había contado a su vecino Don Romualdo el problema que padecía y este pensando un poco comprendió el trasfondo del asunto y en un mal francés logro explicarle la raíz del problema. Sin embargo Yves no comprendía que la culpa no era suya, que de cualquier manera, tuviera rameras o no el bar debía pagar ese “impuesto”.

Pero…

La sin razón y las confusiones idiomáticas pudieron más… y es así que a media tarde Yves desapareció. Nadie lo encontraba. Hasta que Sidonie, la madre de Etienne, apareció en el umbral del living y les dijo alarmada a todos los demás: Monsieur Yves est monté sur le toit et refuse catégoriquement de descendre.

Todos corrieron alarmados a la ventana del estudio y pudieron ver y oír como el triste francés gritaba desconsoladamente a viva voz: Les prostituées ne sont pas ici!!! Les prostituées ne sont pas ici !!! (las prostitutas no están aquí !!! las prostitutas no están aquí !!!)

Tal fue el escándalo que los medios de la época recogieron el evento y al conocerse las razones por las cuales un franchute irascible espetaba eso desde su tejado la policía decidió dejar de molestar al pobre Yves

Pero…

La superstición e ignorancia de Yves pudo más y pensando que aquel grito de batalla lo había salvado decidió nombrar al bar de esa forma… como una especie de amuleto…