jueves, 5 de febrero de 2009

Adeus à alegría

Las llamadas no cesan

La angustia tampoco

Merca y Frula a mi alrededor, acercándose con su animal inocencia… pero solo logrando confundirme más y alejarme de la paz interior que tiempo atrás poseí.

Nada calma mi angustia espiritual y el miedo aborda mi cuerpo.

“Si./las heridas son/el mejor manuscrito”*

¿A dónde ir en esta hora de cielos grises y crayones de estiércol?

Mi vida se desvanece en un anticuario podrido de turistas y mi lengua se acicala bajo un manual de estilo en oferta.

Pierdo fuerza y sentido de todo lo que he sido, soy o podría haber llegado a ser.

La mafia sigue allí afuera reclamando algo que no recuerdo haber dicho.

Todo parece indicar que el escarmiento llegará y en su peor forma. Y luego de haber minado mi conciencia y mi vitalidad ¿Cómo responderé a semejante ataque?

Flojas y escasas son las fuerzas que yacen en mi. Pero las pondré todas a disposición de mi más sincero sueño…

Me iré a dormir esperando que mañana, mágicamente, todo esto deje de existir y mis palabras carezcan de sentido… y que ninguna mafia de franco-anglosajones esté tras una de mis tantas farsas…



*Gironsiglos, Lahitte Ana Emilia, editorial Calíope, Córdoba, 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario