Mi primer motivo para ir había sido una generalidad y supongo que también una banalidad, o una mentira: sacar algo productivo de allí. Pero es cierto que tiendo a aburrirme fácilmente y es impensable no aburrirse en un gimnasio donde cada ejercicio o esfuerzo esta enmarcado dentro de lo que se llama “rutina”, y como tal es repetitiva y eso abruma a cualquiera. Sumándole a esto que he estado aumentando mi consumo diario de hierba, a la par de otros santos brebajes, aperitivos, aditivos and whatever…
Si hay algo que evita que abandone, eso es Fabián (Febien) y su troupe de freaks.
Justamente hoy creo que he conocido al más interesante de ellos, cosa que no fue fácil porque para esto tuve que dejar de fijarme en la niña , una joven de 27 años, mediana estatura, y poseedora de bellos atributos, las hermanas cara y ceca, y el señor vómito, tal es la suerte de gemido que emite cada vez que levanta las pesadas mancuernas.
Sorteando ese laberinto de freaks y aguzando el instinto encontré la joya del lugar. Mi esfuerzo merece premio ya que no es fácil encontrar algo atípico a las 8 de la mañana, luego de trabajar los bíceps. Y el premio ha sido encontrar a este tío que se hace llamar Pablo Honey y que está realmente chalado.
A primera vista es un sujeto simple, y corriente. Solo que no habla con ninguno de los allí presente y esto realmente me impresiona y me llama la atención, puesto que yo me creía único. Pero luego también he observado que realmente se compenetra en la rutina y atiende las indicaciones y los consejos de Febien al pie de la letra.
Es así que a primera instancia supe que ese chaval estaba podrido por dentro: posiblemente lo habría dejado alguna niña o estaría tramando un atentado a alguna embajada o algo así.
Decidí aproximarme con cautela e iniciar el dialogo como quien no quiere la cosa.
-Fabián es un animal, realmente pretende sacar de nosotros maquinas de destrucción! No crees?
-Jum-dijo levantando con su maño derecha una pesa de 20 kilos.
-Además hace mucho calor… debería haber una barra aquí, sabes? Así uno podría tomarse un Long Island Iced Tea, Mmmm, padrísimo!
-Jum- repitio, esta vez se digno a mirarme a la cara, por su expresión… no valía la pena que lo molestara.
-Y q va? Vives por aquí?
Dejo la mancuerna en el suelo…
Se levanto lentamente con la mirada clavada en mí y luego se fijó en el gran espejo de la pared.
-Yo que vos haría un poco más de ejercicio y me dejaría de joder tomando porquerías… o fumando porquerías...
Ja! Aunque su comentario fue duro supe al instante que ya le había encontrado la vuelta al chaval y que mis sospechas se comprobaban: estaba realmente chalado.
Mientras Pablo y yo nos trabábamos en esta interesante escena Fabián, Febien, seguía desde su puesto en la trinchera los movimientos de todos sus reclutas. Los largos espacios de tiempo muerto, la charla sin sentido, o el comentario que ayuda a sobrellevar la actividad física, no son bienvenidos por el propietario de rude boys.
Aproximándose a nosotros, sacando pecho, a modo de credencial, se colocó entre nosotros y con sus brazos descansando firmemente en su cintura nos espetó:
-Basta de hablar de minas y de boludeces! Vos haceme cuatro series de 15 de abdominales –a Pablo- y vos cinco series de 20 con mariposa abierta –a mi-.
Su tono no me gusto para nada así que me propuse desafiarlo y burlarme de él.
-Hey, Febien, jeje, le estoy dando consejos sobre mujeres al chaval… querés que te de alguno a vos también… jeje
Ya se estaba retirando, pero alcanzo a oír mi comentario.
-Ja! Mirá… Pablo… no le des bola a este pelotudo… si tenés el ego por el piso no hagas escenas de borrachín como este nabo…
-Camino unos cuantos pasos y dijo una frase que quedará en los ANALES.. ejem.. en los anales de la historia:
“Vos levanta las pesas… el ego te lo levantan las mujeres”
Para reirse un rato:
http://http://www.videosgratuitos.com/videos/menuda-colleja
http://lamalaostia.blogspot.com/2008/05/nio-fuerte-levantando-pesas-owned.html
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